1. Un lugar, real o inventado, donde te gustaría perderte. Minstrel Valley no estaría mal, es un lugar “tranquilo”, lleno de encanto, con rincones pintorescos y con unos vecinos muy interesantes (sí, he dicho vecinos, jejeje). Pero bueno, como eso no va a poder ser, pues me encantaría ir a Escocia. Sé que iba a disfrutar muchísimo perdiéndome por sus pueblos y montañas.
2. Escribe tres palabras que te definan. Uf, qué difícil. Autocrítica, realista (que no pesimista) y glotona (fartona, que se dice en Asturias).
3. ¿Qué mujeres te han influido a ser cómo eres? De pequeña quería ser como mi tía Nodelina (hermana de mi madre), que era muy enrollada y divertida. Siempre estaba cantado, sabía taquigrafía (me flipaba) y nos preparaba unas meriendas estupendas. Pero sin duda, quien de verdad me influyó fue mi madre.
4. Un recuerdo de infancia u otro momento de tu vida que te haga sonreír. Cuando nació mi hermano pequeño (yo tenía 8 o 9 años) y al llegar mi padre del hospital, me asomé a la ventana y le pregunté que había sido. Le entendí niña. ¡Qué alegría! ¡Qué saltos! (Ya había dos chicos en casa). Cuando mi padre entró por la puerta y me sacó del error, menudo disgustazo me pillé. Hasta lloré y me enfadé con él.
5. En el supuesto de que alguien quisiera llevarse todos los libros de tu biblioteca y solo pudieras rescatar uno o dos, ¿cuáles serían? El Principito, y aunque quede mal decirlo, también me llevaría el ejemplar que tengo en casa de mi novela A un beso del pasado, no porque sea mi única novela en papel, sino porque tiene una dedicatoria muy especial de la diseñadora de la portada (Rosa Gámez).
6. ¿Qué libro recuerdas con especial cariño por lo que supuso en ese momento de lectura? Repito respuesta: El principito. Me lo regalaron mis profes de teatro al terminar yo E.G.B. (adolescente perdida, pero yo me creía muy mayor) y me sentó fatal, porque era un libro enano y lleno de dibujitos; un cuento para niños. Me dijeron: te lo lees y lo guardas, y dentro de unos años lo vuelves a leer. Les hice caso y entonces, al releerlo, entendí su dedicatoria: “Porque hay cosas que no se aprenden en una escuela”. Fue un gran regalo aunque tardé años en descubrirlo.
7. ¿Qué supone escribir para ti? Diversión y entretenimiento.
8. Tienes alguna costumbre o manía particular a la hora de escribir. Necesito silencio o no me concentro. Además, me gusta escribir por las mañanas y si puede ser al aire libre, porque (aquí entre nosotras) me gusta fumar mientras escribo y en casa no lo hago.
9. ¿Eres de tomar notas sobre escenas o planificación en libreta, en el móvil o en tu ordenador? No soy yo muy de planificar, más bien me lanzo a escribir como un pollo sin cabeza, sin saber hacia dónde voy ni dónde terminaré. Pero sí que utilizo el móvil para anotar cualquier idea que me surja de repente o esa frase a la que había estado dando vueltas y que no salía ni a patadas… ese tipo de cositas son las que escribo en el blog de notas de mi teléfono. (Alguna vez, al no tener blog de notas en el móvil, le he enviado un párrafo, o un diálogo por whatsapp a mi marido… al principio alucinaba jajaja)
10. ¿De todos los personajes de tus novelas hay alguno que guardes con un cariño especial? Que me perdone Nerian (que a él también le quiero mucho), pero si tengo que elegir uno, me quedo con John, de A un beso del pasado. Me enamoré perdidamente de él nada más conocerlo.
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