1. ¿En qué lugar, real o inventado, te gustaría perderte?
Me gustaría una playa en una isla del Caribe, Canarias o en las Seychelles, pero con todas las comodidades; ósea, con el resort bien cerquita. Aunque también me sirve el cobertizo del conde, o Conway House, junto al lago en Minstrel Valley.
2. Tres palabras que te definan.
Comprensiva, serena y empática. También se me da bien escuchar.
3. ¿Qué mujeres te han influido a ser cómo eres?
Mi madre y mis tías; mucho de lo que sé sobre del amor, la perseverancia y el sacrificio lo aprendí de ellas.
4. Un recuerdo de infancia u otro momento de tu vida que te haga sonreír.
Las mañanas de reyes de cuando era niña siempre fueron especiales. Aún puedo escuchar la vocecilla de mi hermano gritar «han venido los reyes» y, ataviada con una bata roja, corría a su encuentro junto a mi hermana; esparcidos entre el sofá y los sillones estaban los juguetes. La alegría y las risas nos duraban horas.
5. En el supuesto de que alguien quisiera llevarse todos los libros de tu biblioteca y solo pudieras rescatar uno o dos, ¿cuáles serían?
El Quijote, porque era de mi madre; El Principito, porque me encanta toda la filosofía que esconden sus páginas; Cumbres borrascosas… Uy, ¿solo dos? ¿En serio? Tengo muchos libros que rescataría de esa mala persona sin corazón.
6. ¿Qué libro recuerdas con especial cariño por lo que supuso en ese momento de lectura?
Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute. El único libro que he leído en voz alta a alguien.
7. ¿Qué supone escribir para ti?
Es un momento muy personal, una necesidad y una catarsis. Para mí escribir es terapéutico. Desde muy joven usé la escritura para expresarme, para poner en boca de unos personajes modos de pensar, emociones y sentimientos. Para mí escribir es vida y no concibo no hacerlo.
8. Tienes alguna costumbre o manía particular a la hora de escribir.
Orden, tranquilidad, silencio. Quizás por eso mi hora más creativa es por la noche.
9. Eres de tomar notas sobre escenas u organización en libreta, en el móvil o en tu ordenador.
La inspiración viene cuando viene y no suele avisar; así que procuro que cuando venga me pille preparada. Puedo usar lo que tengo a mano, hasta la servilleta de un bar, si es preciso, pero suelo llevar conmigo una libretita donde anotar ideas; aunque cada vez más uso el móvil, el bloc de notas o el drive me resultan muy útiles.
10. ¿De todos los personajes de tus novelas hay alguno que guardes con un cariño especial?
Inés y Gonzalo de Esa locura llamada amor son especiales por lo que he conseguido con ellos. Daniela y Oskar de El destino tiene otros planes fueron los primeros y me abrieron las puertas de todo lo que ha venido después. Cada personaje es especial por el momento en que llegó y los guardo con mucho cariño, pero confieso que me ha costado soltarlos, a unos más que otros.
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